
Cuando se manifestaron en enero pasado por las calles de Madrid llenos de banderas españolas con ese tufo de nacionalismo que detesto, lo asocié inmediatamente con una idea del libro "Identidades asesinas " de Amin Maalouf , en concreto en su primera página en donde comenta acerca de una pregunta que repetídamente le hacen sobre si se siente "más francés o más libanés";habiendo vivido en ambos países, para él la identidad "no está hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas estancas" su identidad es una , "producto de todos los elementos que la han configurado mediante una dosificación singular que nunca es la misma en dos personas..." y continúa diciendo:
"...Y cuando he terminado de explicar con todo detalle las razones por las que reivindico plenamente todas mis pertenencias, alguien se me acerca para decirme en voz baja, poniéndome la mano en el hombro: "Es verdad lo que dices, pero en el fondo ¿qué es lo que te sientes".
Durante mucho tiempo esa insistente pregunta me hacía sonreir. Ya no, pues me parece que revela una visión de los seres humanos que está muy extendida y que a mi juicio es peligrosa.Cuando me preguntan qué soy "en lo más hondo de mí mismo" , están suponiendo que en el fondo de cada persona hay sólo una pertenencia que importe , su "verdad profunda" de alguna manera,su esencia,.."
"...Y cuando a nuestros contemporáneos se los incita a que "afirmen su identidad",como se hace hoy tan a menudo, lo que se les está diciendo es que rescaten del fondo de sí mismos esa supuesta pertenencia fundamental, que suele ser la pertenencia a una religión, una nación, una raza o una etnia, y que la enarbolen con orgullo frente a los demás..."
Este sentimiento me horroriza como me horroriza la foto.