4.11.08

cada vez que te miro




Hay un momento de día que se mueve entre el blanco y el negro. Es la hora en que algunos entramos casi en trance.


Pasamos de mil tonalidades en colores a la complejidad de los pardos , negruzcos pizarra , gris plateado, marrones herrumbrosos... Es justo el momento en que se mete definitivamente el sol y las nubes pierden en menos de un segundo su apariencia rosada o anaranjada para convertirse en masa trágica y misteriosa.


Si miras al cielo en ese instante te puede invitar a la mar de pensamientos existencialistas, a sentir las tristezas más profundas ,a disfrutar de la belleza más inquietante, puedes quedar inmovilizada ,paralizada . No hay otro momento igual en el día.
Es un apagón natural de una pureza que proporciona un sin fin de matices plásticos y estéticos.

No me canso de fotografiarlos aunque el espectáculo queda reducido.

Paisaje marítimo en Tenerife.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario