30.5.08

desde la carretera




Entre dureza y dureza flores que crecen bajo un cielo que las ampara.
Entre el exceso de luz y la sequedad del suelo sobreviven a la velocidad del aire contaminado.
Siguen siendo bellas aunque desubicadas.
Crean su propio suelo y esperan sedientas las gotas que les regalará la nube.



3 comentarios:

  1. Muchas veces me quedo colgada con los colores en los arcenes y medianas -¿se llamaban así, glus?
    Es un regalo que nos da la rutina y los piojillos con chalecos verdes que las cuidan. Sobresalen los colores entre los humos y la velocidad, el movimiento; son como pequeñas pelis desde ese cine particular que es el coche. Tienes ojos pintores. Una belleza encontrarlas, y que lo recojas aquí, ahora que estamos en otro cine, el de esta pantalla. Gustico. Y besico

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  2. Ahí estan ,queriendo embellecer lo imposible; ahí estan para alegrarnos la vista mientras corremos , con prisa de un lado a otro, nerviosas , al contrario de ellas que ni se mueven , ni se oyen y que si por ellas fuera más contentas estarían creciendo asalvajadas en la rambla del rio Chicamo. ¡qué vida más perra! cómo me gustaria tener también las manos de pintora.

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  3. Es que las tienes, aunque tú no te lo creas. Ya has demostrado cualidades. Pues anda, sigue. A mí las que más me gustan son las retamas que ponen ahora, que están en flor casi todo el año y revientan de amarillos.

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