Pues sí, no es fácil el paso. Pero se da al final y se entra en la plenitud juvenil. Es maravilloso, pero siempre da un poco de pena. Una suave melancolía.
Un compañero de literatura del instituto con un hijo preadolescente me hablaba una vez de este paso,tan prepotentes que parecen y tan débiles e inseguros .Así los veo yo,y tan egoístasssssssssssssss.
Pues sí, no es fácil el paso. Pero se da al final y se entra en la plenitud juvenil. Es maravilloso, pero siempre da un poco de pena. Una suave melancolía.
ResponderEliminarUn compañero de literatura del instituto con un hijo preadolescente me hablaba una vez de este paso,tan prepotentes que parecen y tan débiles e inseguros .Así los veo yo,y tan egoístasssssssssssssss.
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